Buenos Aires, 5 de mayo de 2015
Necesito agradecer otro Milagro de la Virgen María Reina de las Flores en mi vida
A los Maestros y a los Hermanos/as presentes
Ya hacía cuatro meses que mi mamá se sentía mal y no encontraban lo que le sucedía. En enero de este año comenzó a empeorar pero no se evidenciaba nada físico.
Un sábado en la cadena del amor le pedí a Nuestra Madre que la proteja y mi madrina me acompañó con el corazón abierto. Esa tarde mi mamá aceptó una estampita de la VMRF y al otro día me contó que en la noche le rezo. Le pregunté cómo lo hizo y me respondió: “le hable y le pedí que me ayude”.
El martes siguiente la estaban internando para operarla al otro día por un tumor. Son tantas las cosas que han ocurrido a partir de ese momento, en donde la mano de Nuestra Madre estuvo presente, que me resulta muy difícil sintetizar.
Todos la atendieron con mucho amor y cuidado. Salió bien de la operación de urgencia y pudieron sacar el tumor que pensaban que era muy grande, pero estaba encapsulado.
Recé como Nuestra Madre nos enseño y pedí a mis Maestros que vengan a ayudarme; por si me quedaba alguna duda ahí estuvieron! Entre sueños se presentaron: La Madre Eva, Monseñor Páleka, los Ángeles, La Virgen de los Imposibles!
¿Fue un sueño? La Madre intercedió para que Madre Nuestra intervenga, luego vino Monseñor que me hizo reír con un chiste y los ángeles que iluminaron el espacio con una luz dorada. ¿Era posible? Imposible hubiese sido sin Su Presencia.
Todo había salido mejor de lo esperado pero a los dos días, un jueves comenzó con complicaciones renales y pulmonares por lo delicado de su estado. Los cielos se abrieron y un nuevo mundo se pudo vislumbrar, una gran paz me lleno el corazón; pero luego la incertidumbre de tal acontecimiento me mantenía a la espera.
El siguiente sábado en la cadena (que rece desde mi casa para volver luego al hospital) se presentaron en la Iglesia los Maestros. Ella sintió que la ubicaban en un nido de luz, con gente cantando y risas jóvenes. Esa tarde nuevamente mi mamá me pidió que ponga la estampita de la VMRF en la cabecera de su cama. Nos entendimos en un dialogo de ángeles y sueños de otras realidades… A partir de ese momento mi mamá comenzó a mejorar. Continuaron sus sueños de obras de arte entre jazmines, una cruz con laureles que le dieron ganas de seguir viviendo, la música de las estrellas que la tranquilizaba, entre otras cosas.
Ya pasaron cuatro meses, le confirmaron que no necesita quimioterapia y está recuperándose muy bien a la espera de una última operación en un par de meses.
Nuestro profundo agradecimiento!!!
Anabel